jueves, 19 de abril de 2007

Mi otra familia



Desde hace unos años no puedo concebir mi vida sin mis bichos, es decir, mi perra (Chuchilla gordita) y mi gato (Bichillo). La felicidad que me dan superan con creces tener que cambiar el cajón o sacar a la perra de paseo. Jamás podré comprender a los desalmados que abandonan a sus animales, pero gracias a uno de ellos tengo yo a mi perra en casa. La recogí de la perrera hace 10 años y pico, y desde entonces ha sido mi compañera de viaje y de vida. Hemos ido juntas a Málaga, Estepona, Marbella, Almería, Granada, Sevilla y Madrid, y tiene una camita en el coche. Cada noche duerme conmigo, en el lado izquierdo de la cama, mi novio en el derecho y yo soy el jamón del sándwich, como quien dice. Mi gato me acompaña desde hace 2 años, también lo recogí (en realidad lo cacé) de la calle. Era semi-salvaje, llevaba un año en la calle y un coche había pasado por encima de su linda pata trasera. Vivió el primer mes en casa debajo de una mesa, y poco a poco fue dejándose conocer y enamorándonos. Mi bichillo no duerme en la cama porque soy alérgica. Supongo que más de uno se preguntará que hago yo un gato y con alergia (realmente me lo han preguntado miles de veces). Mi primera intención era curarlo y buscarle un hogar, pero una vez curado fui incapaz de separarme de él, no puedo renunciar a su amor y su belleza por estornudar. De esta forma vivo plenamente feliz en un estado de semi-catarro permanente.
No se vosotros, pero creo que en este país tenemos un problema de respeto hacia los animales. Los vemos en las pajarerías, nos gastamos una burrada en ellos, muchas veces para "presumir" de tener un perro de una raza determinada, y no miramos lo importante, que los animales no son cosas puestas en un escaparate para uso y disfrute de la raza humana. A veces he visto personas delante de una tienda de animales, sin saber cuál se quieren comprar, si el pequeño cachorro bóxer, el lindo pastor alemán o tal vez un yorkshire que dará menos problemas. Yo también pasé muchísimo rato mirando a los perros adultos y entristecidos de la perrera, los que me hacían monerías para que me los llevase, decidiendo a cual salvar y a cual abandonar a su suerte. Mi perra no es la cosa más linda del mundo, pero para mí es la mejor, tan cariñosa, tan obediente y graciosa. Puede presumir de tener pedigree de varias generaciones de chuchos. Mi gato no es persa, ni de angora, ni siamés, pero tiene un carácter tan encantador y especial que es único en el mundo. No es necesario pagar 300€ para disfrutar de la compañía de un animal, no por costar x euros son mejores que los que están esperando una oportunidad al otro lado de una rejilla. Y ninguno, cueste dinero o no, merece ser abandonado (bueno, de este tema casi que mejor escribo un artículo otro día, que hoy no me quiero poner dramática y como empiece no acabo, se me llevan los demonios).
Mis niños son mi otra familia, jamás me han molestado… eso sin tener en cuenta que mi gato me ha roto más de un vaso, se afila las uñas en el sofá, araña a la perra ,se pasa el día pidiéndome comida y no duda en abalanzarse sobre ti cuando estás comiendo algo interesante. Juega con todo lo que pilla por la casa, y su filosofía de la vida con cualquier objeto es: “Si no se come, es un juguete”. Pero lo peor son los maullidos que pega, parece una bocina, ¡y no se cansa nunca!. Y mi perra de vez en cuando me pega un ladrido en el oído a las 4 de la madrugada. También me ha robado alguna chuleta del plato, o las magdalenas de chocolate, incluso una vez se comió los cables de la playstation (que cabrona). Pero es que luego, cuando estoy viendo los destrozos, me hacen esas cosas de bichos, de traer el muñeco, o ronronear, o darme besitos, que es que se me cae la baba. Y acabo riéndome de todo lo que hacen (bueno, lo de los cables de la play me llevó una temporada superarlo). Seré una pava, ¡¡pero soy feliz!!
¿Vosotros tenéis animales en casa? ¿Os han hecho alguna trastada digna de mención? ¿Sois felices?

8 comentarios:

Io dijo...

Se les recoge. Se les cura. Se les alimenta. Se busca su bocado favorito, su golosina preferida para cuando haya que darles premios, y luego cualquier gesto resulta propicio para ser premiado. Se vigila sus vacunas y su salud. Le voy a llevar al veterinario porque ha vomitado dos veces, o porque no come, o, simplemente, porque parece que está raro. Hay gente que no hace eso ni con su familia de dos patas. Yo pagué para que mi perro Kabul fuese enterrado en una colina con vistas al mar. Y después pagué para que mi gata Laika fuese inhumada en el mismo lugar, sobre su almohadón, el mismo en el que durmió tantas veces, el mismo con el que la llevé al veterinario para que se sintiese como en casa cuando la inyección le llegó al corazón. Y antes de que se fuesen les besé y les di las gracias, "gracias por tanto cariño", y lloré, y lloré sin parar, procurando encontrar consuelo pensando en la vida tan estupenda que les había dado. No es una exageración. Son muchos años, muchas noches de invierno compartiendo calor, muchos amaneceres debiéndoles la primera sonrisa del día, muchos días de llegar a casa contando con su calurosa y sincera bienvenida, muchos momentos de tristeza que ellos supieron interpretar, mucho amor hacia todas las personas a las que yo quería. No es una exageración. No me fallaron nunca.

Savanna dijo...

Yo soy otra pava, se me cae la baba y no lo puedo evitar haga lo que haga me hace gracia y soy incapaz de enfadarme con él,( creo que es con el único que nunca me enfado)y lo sabe así que el cabroncete se pasa el día haciéndome chantaje sentimental y claro yo acabo cediendo , pero que voy hacer es mi perro.

Sergio Frías dijo...

Entre perros, gatos y periquitos mi casa podría parecer un zoo. Actualmente solo tengo a mi labradorm conmigo y no lo cambio por nada. A pesar de que por su mandíbula han pasado varios móviles, mi querida PDA (casi le mato cuando la vi destrozada), la televisión de 32" quen tiró al suelo...en fin que tengo en casa a un peqeuño demonio que hace mi lo que quiere en cuanto me pone esa cara de "yo no he roto un plato en mi vida".

VIRGINIA dijo...

Yo tampoco soy capaz de concebir mi vida sin animales en casa, a mi alrededor y aunque Trece no viva conmigo estoy deseando verle y estar con él. Tener a nuestros perros es de lo mejor que nos ha pasado en la vida y nos encanta que nuestro bebé se crie con ellos, esperamos que también quiera a los animales como nosotros, a parte nos parece muy beneficioso para el desarrollo personal, creo que te ayudan a ser un poquito mejor. A Trece le faltan dos dedos y a Judi le dan ataques epilépticos, jamás pensaríamos en abandonarlos o algo similar, me parece realmente cruel y no entiendo como puede haber gente capaz de ello. Por cierto, Judi el otro día enganchó las gafas de Sergio y no le ha dejado nada más que un montón de cristales y trozos de pasta negra. A pesar de las trastadas merece bastante la pena, compensa con creces.

Sophia dijo...

Para el bebé no sólo es beneficioso a nivel personal, sino que está demostrado que los niños criadoso con animales tienen mejor resistencia a enfermedades y alergias, y es mucho mejor para su sistema inmunológico que tenerle metido en una burbuja esterilizada. ¡Esperamos impacientes las fotos de Trece, Judas y Adriel destrozando juntos la play2 de papi!

gu dijo...

A mi me gustan los animales, aunque nunca he prestado atención a ellos no se que haría sin saludar a Loba cuando llego a casa de mis padres... Lo que pasa es que es mala y a veces hay que castigarla sin que entre en casa (que tiene un patio hermoso para ella) y otras veces darle un empujón con el pie (que no una patada), aunque proteste igual.

Aquí en casa ya somos 2 bestias y no necesitamos más bichos ;) Además la puerta de la calle se la saltarían en 0'2.

En fin, nunca niego una caricia a un perro.

Sergio Frías dijo...

Que destrocen lo que quieran entre los tres...vale...pero la Play es sacrosanta e intocable!!! Aunque bien pensado a lo mejor es el momento de que len "unas caricias" y aprovechar la coyuntura para pillar la 3...jeje

Sergio Frías dijo...

Última hazaña del enano, salimos a cenar y cuando volvemos me encuentro mis gafas de ver destrozadas sobre la alfombra...No comment!!!