miércoles, 14 de enero de 2009

Al otro lado


No sé si vosotros haréis lo mismo o pensaréis que estoy como un cencerro, pero desde que tengo unos nueve años tengo la costumbre de vez en cuando de hablar con los seres queridos que ya no me acompañan. No lo hago a diario, pero sí muchas veces antes de acostarme.

Saludo a mis abuelos, les cuento cómo me va, les pido que cuiden de mi Kimi y del resto de animales que con los años han ido abandonando mi vida. Saludo a mi tío Inke, le hablo de sus hijos, de lo guapos y simpáticos que están, de cómo van en los estudios, sus líos, sus sueños. Saludo a mi suegro y no paro de hablarle de su maravilloso hijo, de lo estupendo que es, de lo felíz que soy a su lado. Saludo a conocidos a los que no tuve el privilegio de conocer mejor, como Margari, Rubén y Rafa, les digo que espero que sus familiares estén bien y que sean felices, y que cuando vaya yo para allá debemos pasar más tiempo juntos.

Pero de vez en cuando me entra el pánico, al pensar que estoy perdiendo el tiempo. ¿Y si no hay nada al otro lado? ¿Y si ya no existen y paso las noches hablando sola? Se que el hombre se lleva planteando el tema del mas allá casi desde que dejamos de ser chimpancés, mucho antes de que apareciese la escritura ya había funerales. Parece que no estamos capacitados para aceptar la idea del "se acabó". ¿Pero realmente se acabó?

Conste que no soy una persona religiosa precisamente, esto no tiene nada que ver con religiones ni con paraísos ni con infiernos (Dios, ¡espero que no exista uno!). No puedo imaginar que sucede después de que uno se muera, y no hay absolutamente nadie en este mundo capacitado capaz de explicarlo, porque para eso te tienes que morir, y si ya te has muerto pues no puedes explicar nada.

Y si realmente existe algo, ¿irán también mis animales al mismo sitio? Porque un consuelo siempre me ha acompañado, y es aquel de que cuando yo me vaya me reencontraré con todos y cada uno de los seres que he amado, y esperaré junto a ellos tranquilamente a que llegue el resto. Pero puede que todo esto no sean más que chorradas, un alivio que el hombre ha buscado porque era incapaz de aceptar otra cosa.

¿Y si existe la reencarnación? ¿Significaría eso que cuando me muera volveré a nacer, olvidando para siempre esta vida tan bella que me ha tocado vivir? ¡¡Aaagg, qué mal me suena todo!! Lo de una nueva vida está bien, pero no quiero olvidar nada de esta, no quiero perder el recuerdo de mi madre, de mi marido, de mis amigos y compañeros, ellos me han hecho lo que soy, les necesito junto a mí.

Bueno, debo tener el día metafísico, sin duda alguna este es el post más raro que he escrito, parezco una filósofa del antiguo Grecia, de esos del "todo es agua". No os lío más.

¡Saludos a tod@s!