lunes, 26 de octubre de 2009

Intentando superar traumas


Si, ahora vivo sola. Con mi perra y con mi gato. Estoy aprendiendo a superar nuevas barreras, como cambiar yo sola las bombillas o liarme a martillazos con un clavo en la pared. Conseguir conectar la play2, play3 y wii en una misma tele supuso un reto a la altura de cualquier ingeniero en telecomunicaciones. He sido capaz de aprender a utilizar la lavadora, esa gran desconocida que siempre encendía mi novio. Aún no le he pillado el punto a las cantidades de detergente y suavizante, pero voy progresando. Ahora saco la basura, otra tarea que desconocía que existía. Me encargo de hacer la compra sola, de cambiar las sábanas sola, de fregar sola, de barrer sola, de hacerme la cena sola, de sacar a la perra sola, de cambiar el cajón del gato sola, de tender la ropa sola. ¡Cuánto trabajo tiene una casa!

Pero ha habido algo que no entraba en mis planes, algo inesperado, algo que me supera. Si, las cucarachas. Para esto no estoy preparada. Ya he encontrado dos. Pequeñas, si, pero ahí están. Una apareció en mi dormitorio. Estaba muerta, pero no por ello ha sido mucho más sencillo. Me desperté y allí estaba ella, boca arriba, entre la puerta del dormitorio y el exterior, impidiéndome salir a pedir auxilio. Tras 10 minutos de parálisis en mi cama tapada hasta los ojos mirándola fijamente y convenciéndome de que no estaba muerta, fui capaz de levantarme, abrir la puerta, saltar y salir corriendo al salón para coger a mi gato y lanzarlo contra la habitación a puerta cerrada, por si acaso. Pero estaba muerta. Nadie puede imaginar los sudores que me han caído a chorros mientras con una escoba la movía y acercaba mi brazo tembloroso con el recogedor en la mano. No pude tirarla a la basura, la idea de que reviviese y saliese corriendo por mi mueble invadía mi mente, así que allá se fue, por la ventana. Esto no es muy ético, lo se, pero son medidas extremas para que no me de un ataque al corazón. Espero que no pasase nadie por debajo. ¿Pero para esto tengo yo un gato? Llevo cebándolo durante 4 años, teniéndole a cuerpo de rey, dándole amor y cariño, comida a mansalva, lo único que le pido a cambio es que sea el hombre de la casa y se encargue de las cucarachas, y no sólo no la cazó, sino que la dejó entrar en mi dormitorio, ¡mi pequeños santuario! Gato desagradecido.

Antes de ayer apareció otra, muerta también. Esta vez mi gato cumplió con sus deberes, porque me encontré varias patas sueltas por el salón. ¿Pero tantas patas tiene una cucharacha? Es como si alguien se hubiese comido una gamba y hubiese tirado los restos al suelo. ¡Bien por mi gato! Qué sádico, arrancando pata tras pata, casi me da pena de la cucaracha. Casi. Esta vez no ha ido por la ventana, un escobazo acertado la ha enviado directa al patio comunitario de la vecindad.

Qué mal lo paso, nadie se lo puede imaginar. Tengo que superar esto. Cada vez que pienso en ello fríamente, me río de mí misma y pienso en lo absurdo de la situación. Yo teniendo miedo de una simple y pequeña cucaracha. Sale el machote infiltrado que hay en mí (fruto de 5 años en un mundo laboral de hombres) y me mentalizo de que la proxima que vea morirá bajo mi zapato. Pienso en que soy como Rambo, yo puedo. Pero luego veo tan sólo un cadáver y todo cambia.

¿Lo conseguiré algún día? Espero que sí, ¡deseadme suerte!

miércoles, 21 de octubre de 2009

De vuelta

Hola a todos, cuánto tiempo, ¿eh?

Mi vida ha sufrido grandes cambios en estos meses, aún estoy en fase de reajuste. Me encuentro de frente con la treintena viviendo sola en un piso con mi perra y mi gato, y sin Internet en casa (oh, no). Pero a mal tiempo buena cara.

Espero volver a retomar la buena y sana costumbre de actualizar el blog, hacía un montón que no entraba y me he encontrado con que la cabecera ya no estaba, ¡qué horror! Qué mala imagen para una persona que encima se dedica a la informática, aunque diré a mi favor que soy programadora, no diseñadora, jeje.

Bueno, no me enrollo más, ahora que dispongo de tiempo libre por las tardes espero que la inspiración venga de visita y poder colgar un post como Dios manda.

¡Saludos a tod@s!

domingo, 8 de marzo de 2009

Aaaains

Hola amigos, hoy sólo escribo para disculparme por tener el blog tan abandonaíto. Desde que me incorporé al trabajo en enero, no he parado, tengo mucho trabajo y llego a casa muerta. Cada vez que se me ocurre un artículo no puedo escribirlo porque estoy haciendo otra cosa, y cuando por fin tengo un ratito y me siento delante del pc se me queda la mente en blanco. Realmente ideas tengo muchas, pero escribirlas es un reto y no me veo capaz de hacerlo todavía.

Sólo quería deciros que nadie piense que voy a cerrar el blog ni nada parecido, sólo es que ahora no es un buen momento, pero en cuantito tenga más tiempo continuaré.

¡Besos a tod@s!

miércoles, 14 de enero de 2009

Al otro lado


No sé si vosotros haréis lo mismo o pensaréis que estoy como un cencerro, pero desde que tengo unos nueve años tengo la costumbre de vez en cuando de hablar con los seres queridos que ya no me acompañan. No lo hago a diario, pero sí muchas veces antes de acostarme.

Saludo a mis abuelos, les cuento cómo me va, les pido que cuiden de mi Kimi y del resto de animales que con los años han ido abandonando mi vida. Saludo a mi tío Inke, le hablo de sus hijos, de lo guapos y simpáticos que están, de cómo van en los estudios, sus líos, sus sueños. Saludo a mi suegro y no paro de hablarle de su maravilloso hijo, de lo estupendo que es, de lo felíz que soy a su lado. Saludo a conocidos a los que no tuve el privilegio de conocer mejor, como Margari, Rubén y Rafa, les digo que espero que sus familiares estén bien y que sean felices, y que cuando vaya yo para allá debemos pasar más tiempo juntos.

Pero de vez en cuando me entra el pánico, al pensar que estoy perdiendo el tiempo. ¿Y si no hay nada al otro lado? ¿Y si ya no existen y paso las noches hablando sola? Se que el hombre se lleva planteando el tema del mas allá casi desde que dejamos de ser chimpancés, mucho antes de que apareciese la escritura ya había funerales. Parece que no estamos capacitados para aceptar la idea del "se acabó". ¿Pero realmente se acabó?

Conste que no soy una persona religiosa precisamente, esto no tiene nada que ver con religiones ni con paraísos ni con infiernos (Dios, ¡espero que no exista uno!). No puedo imaginar que sucede después de que uno se muera, y no hay absolutamente nadie en este mundo capacitado capaz de explicarlo, porque para eso te tienes que morir, y si ya te has muerto pues no puedes explicar nada.

Y si realmente existe algo, ¿irán también mis animales al mismo sitio? Porque un consuelo siempre me ha acompañado, y es aquel de que cuando yo me vaya me reencontraré con todos y cada uno de los seres que he amado, y esperaré junto a ellos tranquilamente a que llegue el resto. Pero puede que todo esto no sean más que chorradas, un alivio que el hombre ha buscado porque era incapaz de aceptar otra cosa.

¿Y si existe la reencarnación? ¿Significaría eso que cuando me muera volveré a nacer, olvidando para siempre esta vida tan bella que me ha tocado vivir? ¡¡Aaagg, qué mal me suena todo!! Lo de una nueva vida está bien, pero no quiero olvidar nada de esta, no quiero perder el recuerdo de mi madre, de mi marido, de mis amigos y compañeros, ellos me han hecho lo que soy, les necesito junto a mí.

Bueno, debo tener el día metafísico, sin duda alguna este es el post más raro que he escrito, parezco una filósofa del antiguo Grecia, de esos del "todo es agua". No os lío más.

¡Saludos a tod@s!