miércoles, 29 de octubre de 2008

Los gatos



Por fín nuestra Io está despegando. Debéis saber de ella que es una gran escritora oculta entre las sombras. Cuatro novelas lleva ya, llenas de misterio e intriga, con personajes inolvidables en parajes deliciosos, situaciones cotidianas que se mezclan con hallazgos insospechados, un lenguaje coloquial y alegre, fácil de leer y mucha magia.

El primero de estos cuatro (el quinto está en proceso) se llama "Los gatos". Dejadme tan sólo mostraros su sinopsis:

"Sol Romero es una escritora de éxito reciente que atraviesa una grave crisis personal. Por este motivo decide trasladarse a una casa en una playa solitaria al sur de Andalucía. Al poco tiempo de llegar a la casa, denominada “Villa Los Gatos”, comenzará a experimentar una serie de extraños sucesos. La escritora decidirá entonces desentrañar el misterio que encierra la casa, ayudada por sus nuevos amigos, Anne Marie y Gunter, y por su vecina, la enigmática Amalia, una mujer de avanzada edad que, poco a poco, le irá relatando la impactante historia acaecida entre sus muros..."

¿No os pica la curiosidad?

Podéis encontrarlo en http://www.lulu.com/content/4303820, tanto en formato ebook como libro impreso. Os lo recomiendo encarecidamente, no os arrepentiréis.

Además, de esta forma podremos darle a Io un merecido puntito de apoyo.
Os iré informando a medida que se publiquen el resto de sus maravillosas novelas.

¡Mucha suerte, Io!

jueves, 16 de octubre de 2008

Divagaciones


A veces pienso que soy un extraterrestre, intentando encajar en un mundo que nada tiene que ver conmigo. Concibo el amor de una forma un tanto peculiar, me desvivo por animales heridos, me espanta el protocolo y detesto las apariencias. ¿Tan rara seré? El tema este de la pareja... bueno, ya lo medio traté en otro artículo llamado "Animales sociales", pero creo que fuí tan sumamente sutil que nadie se dió cuenta de lo que yo decía realmente. Quizá sea mejor así.

Vivo entre dudas, puede que parezca una persona con las ideas claras y segura de mi misma, nada más lejos de la realidad. Soy una experta en comerme la cabeza. No se por qué cuando alguien me cuenta algún problema, veo rápidamente una solución y en cambio en mi propia vida no se resolver ni el más mínimo contratiempo (todo esto a nivel psicológico, claro, para otras cosas soy mucho más apañá). Mi mayor duda es si seré yo la única que pienso de forma "extraña", o sencillamente estoy rodeada de apariencias, ya que los temas que más me interesa dialogar y comentar son precisamente los considerados tabúes en la sociedad. Y es un poco rollo tener que buscar comprensión entre foros de Internet, con lo agradable que serían estas charlas entre cervecitas. Al menos de vez en cuando la vida me regala alguna amiga inesperada, que aunque no comparta mi punto de vista, al menos no me censura. Claro ejemplo de esto son mis amigas Maria José, Aida y Ángela, tres personas radicalmente opuestas en las que puedo volcar mi confianza sin miedo al qué dirán (no son las únicas, pero es que no me quiero extender con listados, que luego me pasa como en la boda y acabo invitando a todo el mundo, jejeje).

Mucho más cercano, mi pobre e indefenso novio, que aguanta estoicamente día tras día mis neuras y crisis. Y es que de entre todas, su incursión en mi vida es con diferencia la más complicada. Me pregunto cómo reaccionaría yo si cambiásemos los papeles. No se si podría llegar a ser tan comprensiva y paciente como lo es él conmigo.

Tal vez el problema no sea yo. Qué repetitiva soy, siempre digo lo mismo, pero no lo puedo evitar, me encanta pensar que la gente a la que veo a diario, tan segura de si misma, en realidad está tan llena de dudas como yo. Y es que la apariencia lo es todo, igual que yo doy una imagen que muchas veces creo que no es la real, me gusta imaginar que a los demás les sucede lo mismo. Y que el resto del mundo no tiene tan sumamente claras sus ideas y prioridades como parece. Así al menos dejaría de sentirme el extraterreste que me siento el 70% del tiempo (si, sólo el 70, hasta yo tengo mis momentos de paz y lucidez). Creo que el mayor de mis problemas es el tema de la pareja, aquí es donde más difiero con la sociedad, pero no se si es un tema lo suficientemente apropiado para abordarlo en un blog que leen mis compis de trabajo, mi familia y mis amigos (mi novio ya está curado de espanto). Aún no me siento preparada.

¿No sería más sencillo el mundo si todos prescindiéramos de esas apariencias que nos cubren día a día? Si pudiésemos tratar las cosas con naturalidad, sin miedo a las críticas, qué bella utopía. Pero esto al día de hoy no es posible más que en ciertos círculos elegidos meticulosamente. Y pienso que esta forma de ser nos perjudica a todos, cuánto más ricas serían nuestras vidas si cada uno nos hiciese partícipes de su punto de vista.

El otro día un buen amigo me dijo que no le convencían mis post porque me creo en la posesión de la verdad absoluta. ¡¡Ay, más quisiera yo!! Pero me temo que no es así, en este tipo de artículos realmente me limito a abrir mi alma y divagar sin orden ni concierto. No quiero ni tener razón ni equivocarme, simplemente escribo lo que me sale, a veces sobre la amistad, a veces sobre el amor, a veces sobre la convivencia de pareja y otras sobre vivir en cuenvas como el hombre de Neanderthal. En alguna que otra ocasión me contradigo a mí misma, o simplemente me cambia la forma de pensar, es muy difícil tener ideas concretas cuando se es tan inestable como yo. No obstante, ¿quién no se cree en posesión de la verdad? La percepción de la verdad es algo tan distinto entre cada uno de nosotros como lo es la percepción de la vida o de las experiencias personales. Según hayas vivido, según hayas sentido, así pensarás y así actuarás, somos un resúmen de nuestras vivencias. Es complicado encontrar un pensamiento común en todas las personas. Las cosas que yo escribo obviamente son realidades a mis ojos, pero entiendo que muchos no compartan mi opinión, al igual que yo puedo no compartir otras.

Bueno, hasta aquí las divagaciones de hoy.

¡Un saludo a tod@s!